La rótula es un pequeño hueso que se encuentra en la articulación de la rodilla y que se encarga tanto de proteger esta articulación, como de permitir la unión biomecánica del cuádriceps que al pasar por la ranura existente en el extremo distal del fémur realiza la flexo-extensión de la rodilla.
La rótula va a ocupar una cavidad propia y cuando se mueve o desliza fuera de esta cavidad se produce la luxación de la rótula.
El mecanismo lesional más frecuente es un impacto directo violento o un movimiento inadecuado de giro de la rodilla, aunque existen distintos factores de riesgo que van a aumentar la probabilidad de padecer esta lesión como son: La existencia de un músculo vasto medial débil, tener pies planos ya que el desalineamiento puede suponer que la rótula se desplace de su cavidad y también un ángulo Q o ángulo femoral mayor de lo normal.
El tratamiento debe realizarse lo mas rápido posible y principalmente consiste en la reducción manual o recolocación de la rótula en su posición articular.
Es importante intervenir con hielo la zona y comenzar un tratamiento antiinflamatorio.
A veces se producen luxaciones graves que producen roturas en el cartílago articular lo cual conllevará el tratamiento quirúrgico de la lesión, generalmente mediante artroscopia.
Tratamiento de fisioterapia para la luxación
El plan de tratamiento fisioterápico se dividirá en 4 fases:
- 1ª Fase: En esta primera fase se va a tratar de reducir tanto la inflamación como el dolor.
- 2ª Fase: Se va a mejorar el equilibrio entre los distintos vientres musculares que conforman el cuádriceps, además de trabajar la flexibilidad muscular y comenzar con la reeducación de la marcha.
- 3ª Fase: Fortalecer toda la musculatura de la pierna, tanto anterior como posterior, así como la musculatura de la cadera. Trabajo de equilibrio y coordinación de miembros inferiores.
- 4ª fase: Trabajo de acondicionamiento físico global.