Fisioterapia en rotura total de ligamento cruzado anterior
Los ligamentos cruzados de la rodilla son los responsables de regular la cinemática articular y los órganos propioceptivos que influyen sobre la posición de las superficies articulares y la distribución de la tensión articular.
En cuanto al ligamento cruzado anterior de la rodilla, protagonista hoy de nuestro blog, es una estructura anatómica vital para la estabilidad de la rodilla y su correcta biomecánica.
La rotura de esta estructura se produce en caso de giro y desplazamiento anterior de la tibia con el pie fijado en el suelo, superando los límites fisiológicos de elasticidad y resistencia del ligamento.
La rotura total del ligamento va a necesitar de cirugía, a excepción de aquellos casos en los que el paciente por su edad no requiere de un gran esfuerzo físico.
Las primeras dos semanas el paciente guardara reposo con el miembro elevado, frío local con frecuencia y pequeñas movilizaciones pasivas. También se podrá realizar contracciones isométricas (sin movimiento) del cuádriceps. Ya pasada la primera semana comenzaremos a realizar flexión activa de rodilla hasta los 90º y el paciente podrá realizar algunos pasos con el uso de las dos muletas.
Pasadas estas semanas comenzaremos con movilizaciones pasivas hasta límite del dolor, trabajo de cuádriceps e isquiotibiales (tanto en cadena cerrada como en cadena abierta), se hará trabajo sobre la cicatriz y el paciente podrá empezar a realizar bicicleta. Esta fase abarca hasta la semana 6-7 tras la operación.
En la siguiente fase se intensificará el trabajo anterior y se empezará con la carrera continua en plano estable junto con un aumento del trabajo propioceptivo y en caso de que el paciente sea deportista se podrá comenzar a realizar trabajo específico de baja intensidad de su actividad deportiva. Esta fase durara hasta los tres meses (semana 12-13).
A partir de los tres meses se intensificará todo el trabajo anterior y se aumentará el trabajo con la intención de ir ganando en potencia y elasticidad. Esta fase terminará a los seis meses en los cuales el paciente estará preparado para realizar su actividad física habitual.