Te dejamos unas recomendaciones para elegir un buen zapato para personas mayores:
- Se desaconseja el uso de calzado de tacón alto. No debe sobrepasar los 25 mm. Evitar tacones estrechos y muy blandos. Si el tacón es necesario, debe ser lo más bajo posible, ancho y rígido.
- Rechazar las suelas lisas y pulidas. Debe llevar dibujo profundo y multidireccional. Cambiar cuando el dibujo se desgaste. Elegir calzados entre 7 y 15 mm de espesor en la parte delantera de la suela. Comprobar que se flexiona con facilidad utilizando las manos. La suela se debe flexionar por la base de los dedos.
- Rechazar las punteras estrechas. Deberá ser redondeada, cuadrada u oblicua, nunca puntiaguda. La puntera debe tener cierta elevación.
- Colocar el pie encima de la suela y comprobar que la puntera respeta la forma de los dedos. Rechazar los que tengan relieves o costuras en su interior.
- Interior acolchado, sobre todo en la trasera. Únicas zonas rígidas, la puntera y la trasera.
- Ajuste adecuado, no solo en longitud sino también en anchura. Flexionar pie y comprobar que los pliegues del corte no molestan en el dorso del pie. Desechar los que compriman el pie.
- Golpear con el tacón en el suelo. Desechar si se detectan vibraciones en la espalda o en la cabeza.
- Disponer de calzado doméstico, de calle y uno o varios para actividades de tiempo libre.
- Utilizar calcetines (renovarlos con frecuencia) de fibras naturales, sin costuras y sin tintes.
- Calzado con transpiración y protección frente el frío.
El podólogo es el profesional sanitario especializado en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de los pies. No dude en consultarle ante cualquier problema.